¿Ana Tere contra Genoveva?

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Por Patricia Estrada

La paridad de género parece ser una simulación de los partidos políticos, particularmente en Acción Nacional. El Comité Ejecutivo Nacional decidió que la presidencia estatal sea encabezada por una mujer, abriendo la puerta a la reelección de Genoveva Huerta.

El PAN defendió durante años su democracia interna en la selección de sus líderes y candidatos, sin embargo las victorias electorales desencadenaron decisiones unilaterales y excluyentes que han favorecido a amigos y aliados del grupo en el poder.

En la pasada elección de alcaldes y diputados, la obediencia a ciegas a Marko Cortés generó descontentos en los distritos de Tehuacán, Ajalpan, Texmelucan, San Andrés Cholula, Chignautla, Xiutetelco, Libres, Izúcar de Matamoros, Tepeaca y Tecamachalco, entre otros.

Es por eso que un grupo de hombres y mujeres panistas han manifestado su desacuerdo por la continuidad de Genoveva Huerta, a quien señalan de imponer candidatos e ignorar las denuncias de acoso sexual contra Eduardo Alcántara, su próximo coordinador de diputados locales del PAN y amigo fiel.

Por el otro lado, las panistas que simpatizan con Genoveva defienden el derecho de las mujeres a retener la presidencia porque saben que esta elección sentará las bases de la selección del candidato (a) a gobernador en 2024.

Pero hay una pregunta elemental ¿Si Marko Cortés se ha pronunciado en favor de las mujeres por qué no dejar que lo sucedan en la dirigencia nacional? El cargo máximo que ha ocupado una de ellas fue Cecilia Romero como presidenta interina dos meses y medio en 2014.

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El discurso pro mujer debe ser congruente en los hechos y no moverlo a conveniencia para amarrar su reelección en octubre próximo. No se trata de regalar los espacios políticos en función del género sino más bien abrirlos a la competencia de capacidades, habilidades y resultados.

El PAN es el único partido que elige a su dirigente nacional mediante el voto de sus militantes pero al no existir piso parejo entre hombres y mujeres, es muy probable que Puebla viva un escenario de impugnaciones y divisiones que podrían comprometer desde ahora, la construcción de un proyecto político sólido para enfrentar a Morena.

Por cierto, es curioso que Ana Teresa Aranda encabece al grupo opositor a Genoveva Huerta ¿será que pretende anotarse a la contienda interna? Por qué no, en el terreno político las mujeres han demostrado que pelean igual o más fuerte que los hombres.