Por Javier Garzón
No existe documental que te haga sentir el dolor por la pérdida de un familiar, pero una de las situaciones que seguimos viviendo en nuestro país que se observa en “Las tres muertes de Marisela Escobedo” te cimbra.
Después de que el feminicidio de su hija quedara impune por los errores del sistema judicial de México, una madre sin miedo alguno inicia una cruzada incansable para intentar hacer justicia, encarcelar al asesino y exponer al sistema de justicia mexicano.
Es un relato puntual y fuerte, se requiere valor para terminar de verlo sin llorar, se observa de forma directa el problema, no es una historia criminal de policías y ladrones, es la vida de personas que sufrieron y siguen sufriendo.
Para quienes no tenemos casos cercanos, el documental nos muestra de forma clara el dolor que genera un feminicidio y el involucramiento de organizaciones criminales que hacen complicado aplicar el castigo al feminicida.
La canción “Sin Miedo de Vivir Quintanilla” es el tema que cierra el documental y el que logra iniciar con la reflexión en el espectador, porque este tipo de producciones no requiere mucho qué decir para invitar a verla, se tiene que ver y ya.
