Claudia Rivera ¡vaya que hizo historia!

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Por Patricia Estrada

Claudia Rivera Vivanco termina su gobierno con la imagen por los suelos. De acuerdo a Opina Consultoría Estratégica dejará el Palacio Municipal con 74.8% de desaprobación ciudadana (sondeo levantado en el mes de septiembre 2021).

Se esfumó la inercia que inyectó Andrés Manuel López Obrador a su campaña en la elección 2018. Queda en el recuerdo el abrazo que recibió del entonces candidato al presentarla como mujer de convicciones, honesta y preparada.

En ese video de 1:44 minutos, López Obrador dijo “Hay que votar parejo, se las recomiendo mucho… Estoy seguro de que ella va estar a la altura de ustedes, de las circunstancias y los va gobernar con honestidad y eficacia”.

En el mismo clip para redes sociales ella afirmó: “Trabajaremos juntos de la mano con Andrés, por esa ciudad incluyente que regresará la dignidad a nuestras juntas auxiliares pero sobre todo la paz, esperanza y la felicidad de todos y todas las poblanas. Juntos vamos hacer esa historia”.

¡Y vaya que cumplió con hacer historia! Lideró un gobierno plagado de errores, improvisación, indiferencia y encubrimiento, desde los casos de acoso sexual en su círculo más cercano hasta las 100 bases laborales aprobadas en sus últimas horas de alcaldesa.

Sobre su espalda cargará el yerro de un gobierno que no supo comunicar ni tampoco hacer los cambios que le permitieran rescatar su imagen pública. Le faltó carácter para tomar decisiones contundentes. No solo fue el divorcio con el gobierno del estado sino la falta de oficio político para capitalizar el respaldo del CEN de Morena a través de su mamá Eloisa Vivanco y su madrina política, Bertha Luján.

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Claudia pensó que ser activista alcanzaría para hacer un buen gobierno y fracasó. Defendió sus causas ideológicas pero olvidó que en esta ciudad hay prioridades. Por lo pronto, el poblano que paga sus impuestos no le va perdonar el tiradero que dejó en el Centro Histórico, ni el descuido de calles, parques, jardines y el caos en movilidad.

Sus amigos, aliados, colaboradores y cercanos dirán que fue víctima de las circunstancias, del gobernador, de los enredos locales de Morena, de los empresarios, de las universidades, de los medios de comunicación, de la violencia política de género y hasta del exceso de lluvia que tronaron los pavimentos, pero en realidad la sordera fue clave en su derrota electoral.

Así que cuando afirma que 3 años son un buen principio me pregunto de qué si su carrera política quedó más fragmentada que un enorme rompecabezas.