
Por Redacción
Cheryl Allison fue al parque a tomar una foto del estante, pero nunca imaginó que un ganso se acercaría a ella y además que la empezaría a seguir como si la conociera.
“Al día siguiente regresé porque pensé, ya sabes, fue una casualidad. Lo vi y le dije “Hola” y él corrió lo más rápido que podía hacia mí. Y lo resto es historia, terminamos por forjar esta increíble relación”, relató Cheryl Allison.
La mujer no creía lo que estaba sucediendo ya que la respuesta del animal era inmediata una vez que ella pronunciaba “Honk”, el nombre del ganso. La relación entre la mujer y Honk es tan cercana que hasta el ganso ya se para sobre la pierna de Allison, quien lo describe como la forma en que “se trata de acercarse lo más posible”.
Desde que Cheryl se enteró que Honk no puede regresar a casa, se propuso encontrar un santuario donde puede ir, estar a salvo y acompañado con otros gansos.
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Con información de Milenio