Covi-Cola

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“De acuerdo a la historia de las enfermedades infecciosas, particularmente las transmitidas por vía respiratoria y de causa viral, tienden a permanecer por siempre”,
Hugo López-Gatell

Extraño fenómeno el que presenciamos los mexicanos durante La Mañanera de este martes 7 de junio: como si se tratara del equinoccio de primavera, de las fauces del Dr. Muerte emergió el epidemiólogo graduado con honores en la John Hopkins University; de la misma manera en que la sombra de Kukulkán desciende cada año del cosmos, serpenteando los muros de Chichen Itzá, para plantarse en la realidad del mundo.

El Covid-19 –junto con su infinita gama de cepas y variantes– “llegó para quedarse”. Nunca antes ninguna autoridad sanitaria, en más de dos años de pandemia en México, había sido tan sensata; increíblemente, en un escalofriante vuelco del destino, el responsable de la estrategia sanitaria que ha costado la vida a 738 mil mexicanos –con corte al pasado 6 de junio-, dejó de lado la negligencia homicida y la propaganda oficialista para situarse en la dimensión de los hechos científicamente verificables.

Aún no hay 5ta ola de contagios en México, pero eso no quiere decir que no esté en puerta, negar esa posibilidad es un acto demencialmente absurdo.

El dato de 8 mil 26 infecciones de coronavirus, presentado por la secretaría de Salud el pasado 7 de junio, en realidad supone un concentrado de 36 horas que reduce la incidencia real en 2 mil 675 contagios promedio por día.

De acuerdo a la trayectoria estadística reciente, nos situamos en cifras similares a las experimentadas durante la primera quincena de marzo, en el marco del descenso sostenido posterior a la 4ta ola de contagios que este país experimentó durante el primer bimestre de 2022.

En cambio, si nos atenemos a los casos activos –siguiendo las gráficas del investigador Arturo Erdély con base a datos oficiales–, los brotes infecciosos ya son motivo de preocupación en diez entidades federativas: Ciudad de México (7139), Sinaloa (1521), Nuevo León (1408), Estado de México (1336), Baja California Sur (1001) Yucatán (938), Jalisco (875), Baja California (592), Guanajuato (593) y Quintana Roo (527) –con corte al 28 de mayo-.

Frente a la geografía del repunte, ¿qué tan confiable sigue siendo el indicador de la letalidad? En la medida que prevalezcan las variantes de ómicron en las pruebas positivas de los laboratorios públicos y privados: esta variable no debe sobrestimarse en la implementación de estrategias sanitarias, pues ya no existe ninguna correlación significativa entre defunciones e incidencia contagiosa.

Los números hablan por sí mismos: en México, a pesar del repunte, 1.14 es la tasa de letalidad a causa del Covid-19 durante los últimos 28 días; mientras que en Estados Unidos, con 2 millones 916 mil 242 casos positivos, la proporción es de tan sólo 0.30 por ciento –durante el mismo lapso–.

¿Qué podemos hacer mientras llega la 5ta ola de contagios a México? Lo más sensato que está a nuestro alcance: permanecer con el cubrebocas puesto pues el coronavirus, igualito que la Coca-Cola, “llegó para quedarse”.

Por Enrique Huerta