En pleno 2023 es necesario seguir la estela de la revolución que están viviendo los camiones. Desde que las nuevas tecnologías llegaron para quedarse en el sector del transporte por tierra, éstas han sido las que han dado un nuevo horizonte a uno de los sectores más importantes a nivel internacional para garantizar la cadena de suministro.
Aunque el primer paso fue controlar los horarios de conducción gracias al ELD para camiones, desde entonces, la tecnología ha seguido avanzando.
La tecnología GPS ha servido para conseguir monitorizar en tiempo real la posición de las flotas y, con ello, poder controlar también las velocidades medias, de crucero e incluso dar respuesta ágil a la necesidad de cambios de ruta en caso de que las condiciones de la calzada, por ejemplo, puedan suponer un peligro, sobre todo, en invierno.
Pero no es la única.
Entre las novedades que empiezan a llegar está la conducción autónoma. En este caso, según se está desarrollando, se busca conseguir que los vehículos grandes sean capaces de hacer distancias grandes sin necesidad de la intervención de un conductor gracias a la inteligencia artificial y a una serie de conexiones que serían posibles gracias también a las autovías inteligentes.
Aunque a priori puede parecer algo utópico, ya ha habido algunas pruebas y parece que no entraña más peligro que el habitual en las vías, lo que llevaría a dar cuenta de una nueva forma de entender no solo los vehículos sino el transporte por tierra.
También está, como se enunciaba previamente de pasada, la nueva forma de conexión que tendrán los vehículos con las llamadas autovías inteligentes. Se trata de una nueva forma de, con el uso del IoT y de la tecnología 5G, tener un canal en el que las autoridades y la propia vía vayan informando de cualquier incidencia a los vehículos, poniendo sobreaviso a todos en caso de alcances, incidentes, condiciones adversas o incluso mal estado del firme.
“Todo esto va a cambiar para siempre la idea y concepto de transporte y de mercancía. Por suerte, nunca antes ha estado más controlado y asegurado el papel del conductor y de la carga, que actualmente puede ser monitorizada no solo en ubicación sino en términos de humedad o incluso temperatura. La tecnología ha dado todo un abanico de posibilidades en la cabina y esos datos que antes se perdían están cambiando por completo la operatividad” comentan desde Samsara, empresa especializada en instalar soluciones tecnológicas de última generación en las flotas de transporte.
Uno de los grandes aciertos ha sido lo que algunos llaman cadena de valor. Se trata de ser capaz de unificar la comunicación entre los proveedores, los agentes logísticos, el transporte y los receptores. Todo esto ha permitido tener un conocimiento completo de la cadena de suministro y, por tanto, de la predicción de consumo que pueda necesitar acercar a las naves logísticas que se han ido estableciendo en los márgenes de las principales arterias y autovías. De hecho, el siguiente paso pasa por conectar oferta y demanda estableciendo corredores y rutas de producto que, gracias al big data, pueden incluso automatizarse en forma de pedidos recurrentes para los principales compradores y grandes superficies.