Delincuentes disfrazados de Reyes Magos

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Por Patricia Estrada

“Gracias señor Mencho”, gritaban niños y niñas de Cuautitlán de García Barragán, en la región Costa Sur de Jalisco agradeciendo a Nemesio Oseguera Cervantes “El Mencho”, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación por haberles repartido regalos de navidad, según un video que circuló en redes sociales.

Es frecuente que en estas fechas los cárteles mexicanos ofrezcan obsequios a los ciudadanos, como una manera de construir una base social que proteja sus actividades delictivas de las acciones de policías y militares. El capo colombiano Pablo Escobar encontró en la gente más pobre un campo fértil de oportunidades. A través de la construcción de casas, escuelas, templos, canchas deportivas y servicios públicos, Escobar Gaviria cosechó durante años la simpatía de la gente.

Y es que los delincuentes al venderse como “almas caritativas” supliendo funciones gubernamentales utilizan mujeres y niños como carne de cañón para escapar de los operativos, y a los hombres como escoltas o sicarios que difícilmente se negarían por miedo o agradecimiento a trabajar con estos grupos criminales.

Hasta hace un año, algo similar sucedía en zonas de San Martín Texmelucan con Oscar N. alias “El Loco Téllez”, quien aprovechaba la festividad de Reyes Magos y Día del Niño para repartir juguetes a los menores de edad.

Las familias agradecían el gesto del líder huachicolero más peligroso de la región con porras, aplausos y protección; hasta que el gobierno del estado logró detenerlo acusado de robo de combustible, secuestro, asaltos, extorsiones, homicidios y narcomenudeo.

Aunque “El Loco Téllez” había trasladado sus operaciones a la Sierra Norte del Estado, su círculo más cercano comenzó a ser detenido al punto de debilitar su estructura y conseguir su arresto en el municipio de Apizaco, Tlaxcala en junio del 2020.

En Texmelucan hay quienes recuerdan a Oscar como un niño “de la calle”, siempre solo y comiendo los tacos que alguna familia le ofrecía cuando jugaba fútbol con otros menores de la zona. Poco a poco empezó a ser conocido por su actividad delictiva y la “generosidad” con la gente que conocía y/o apreciaba.

Aunque pretendía a la joven de una familia con quien había convivido indirectamente, respetó que el padre nunca le dio permiso para andar con ella (quizá ya veían el riesgo de emparentar). En otro relato, cuentan que una víctima del robo de su carrito de hot dogs, logró recuperarlo cuando “El Loco Téllez” se enteró que había sido asaltado por bandas rivales.

No mucha gente se siente segura en platicar las anécdotas de este hombre, responsable de la violencia desmedida en Texmelucan y de “venderse” como un Robin Hood en las colonias con rezago social.