La pandemia de Covid-19 causó un retroceso en el avance al respeto de los derechos de trabajadoras del hogar, pues aumentaron las tareas, pero se les recortó el salario y varias fueron despedidas injustificadamente y sin indemnización.
Así lo señaló Marcelina Bautista, fundadora del Centro de Apoyo y Capacitación de Empleadas del Hogar (CACEH), quien acusó que también a varios trabajadores los suspendieron de sus trabajos sin goce de sueldo.
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Señaló que durante el año de pandemia ha escuchado historias aberrantes de desigualdad y abuso laboral, como una señora de 70 años que fue despedida porque no se quiso quedarse en confinamiento con su empleadora; o el de una mujer que se enfermó de coronavirus, porque su empleadora -que se había contagiado- la obligaba a tomar de su misma taza de té.
Por ello, dijo que parte de los derechos que se lograron en años anteriores tuvieron un retroceso.
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A dos años de implementarse el programa de incorporación de trabajadores del hogar al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), sólo 27 mil 295 personas han sido afiliadas, el 68% son mujeres y el 38% son hombres.
Según el IMSS, las personas trabajadoras del hogar afiliadas tienen, en promedio, un salario diario de 210 pesos, 40% superior al salario mínimo profesional pactado por la Conasami.
