Estados Unidos se ha visto obligado a tirar miles y miles de galones de leche, ya que no tiene lugar para procesarla desde hace un par de semanas.
Los agricultores de todo el medio oeste superior han tenido que tirar el exceso de leche por el desagüe. Sin conocerse la cifra exacta, se estima que lo tirado podría llenar 50 remolques por día, cada uno con 6 mil a 7 mil galones.
Un portavoz del sistema de tratamiento de aguas residuales del Distrito Metropolitano de Alcantarillado de Milwaukee confirmó que ha estado manejando mayores volúmenes de leche.
“Sabemos que la leche se está tirando en otras partes del Medio Oeste, no solo en Wisconsin”, dijo Laurie Fischer, fundadora y directora ejecutiva de American Dairy Coalition.
“Las granjas están tomando decisiones a medida que los precios de la leche caen a sus niveles más bajos desde el peor período de la pandemia”, agregó.
La última ocasión que los agricultores se habían visto obligados a tirar leche fue durante la pandemia por el cierre repentino de restaurantes y escuelas, que ocasionó un desequilibrio entre oferta y demanda.
A diferencia de otros productos básicos, la leche no puede detener su producción, ya que las vacas no pueden simplemente apagar sus ubres.
Pese a que cerca de 34 millones de personas en Estados Unidos padecen de inseguridad alimentaria, las lecheras no están listas para procesar su propia leche y entregarlas directamente a los consumidores.
¿Qué ha ocasionado el exceso de leche?
De acuerdo con los expertos, esto se debe a varios factores, el aumento de la producción de leche en Estados Unidos alcanzó un récord el pasado mes de mayo. Mientras tanto, el fin del año escolar significa que los menores beben menos leche.
Otro punto que ha llevado a este escenario, es que el exceso de leche se convierte en queso, sin embargo, las procesadoras se encuentran saturadas.
Esto ha provocado que el precio de la leche y queso se esté desplomando en los supermercados. Algunos lecheros están deteniendo la producción de leche, enviando a vacas lecheras al matadero.
Por: Redacción
Editor: Guillermo Leal

