A finales de este 2021, el gobierno de Puebla empezará a construir un nuevo penal para despresurizar el reclusorio de San Miguel, el cual tiene más de 4 mil presos, pese a que está diseñado sólo para 2 mil reos.
Así lo señaló el gobernador Miguel Barbosa Huerta, quien manifestó que ya se están buscando los predios para edificar el nuevo penal que requiere una inversión de mil 700 millones de pesos, aunque no precisó si se localizaría dentro de la capital poblana.
También dijo que está pendiente la reubicación de los Ceresos de Cholula y Tehuacán, que se encuentran en medio de zonas habitacionales y comerciales.
Consideró que debería haber una mejor coordinación federal, estatal y municipal porque varios de los reclusorios regionales y distritales en el estado son costeados por los ayuntamientos donde se ubican.
Además que los centros penitenciarios de Puebla albergan a más de mil presos por delitos federales, cuya manutención depende del Estado que no recibe aportaciones federales; sin embargo destacó que en el combate de la pandemia de Covid-19 habilitó un penal para atender a presos contagiados que no existe en ninguna otra entidad.
Esto luego de que la Comisión Nacional de Derechos Humamos (CNDH) diera una calificación reprobatoria a Puebla por el manejo de su sistema penitenciario, a lo que Barbosa Huerta respondió que el organismo “debiera de analizar las causas para resolver” los problemas de cada penal.
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Subrayó que “el sistema penitenciario del país está reprobado” porque los centros penitenciarios no son de rehabilitación sino de reclusión social.
El mandatario consideró que “en un mundo feliz, la CNDH debería trabajar honoríficamente y todo debería funcionar mejor, una mejor coordinación federal y estatal (…) mayor intercambio de fondos”.
“Los reclusorios de Puebla tienen al menos mil delincuentes de delitos federales y no hay reclusorio federal, que también lo diga la CNDH, yo estoy enterado de todo y no me van a agarrar de bajada en nada”, finalizó .
