Feminicidios, tragedia imparable

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“En Puebla no hay feminicidas impunes, se persiguen o están detenidos”, expresó el gobernador Miguel Barbosa durante su Tercer Informe de Labores ante los diputados locales el pasado martes 14 de diciembre.

Ana Karen, de 18 años de edad, víctima de feminicidio en Tehuacán, fue reportada como desaparecida el 3 de diciembre, localizada sin vida el día 9 y ocho días después, el Gobierno del Estado informó sobre la detención de dos presuntos responsables: Gabriel N., y Lucio N., (quienes estarían relacionados con la agresión con arma de fuego en contra del vigilante de un bar que les negó la entrada y cuyo estado de salud se reportaba

grave).

Apenas el 8 de octubre, Suri Saday de 18 años de edad, fue vista por última vez cuando se dirigía a la escuela desde la comunidad de San Esteban Necoxcalco en el municipio de Cañada Morelos a Tehuacán con parada obligada en San Pablo Tepetzingo. Un día después, encontraron su cuerpo semidesnudo. El gobernador anunció el 17 de noviembre que el presunto asesino fue detenido por la Fiscalía General del Estado (FGE).

Es evidente que la declaratoria de Alerta de Género no funciona y Tehuacán es prueba de ello, pero sería más grave que las autoridades renuncien a su obligación de dejar impunes los feminicidios. En ambos casos, sí hubo detenidos.

Sin embargo, en México ha resultado casi imposible evitar que una mujer sea violada, torturada y asesinada. Desde la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) no hay quienes levanten la voz por quienes sufren la violencia machista y tampoco establecen líneas de acción para que los casos dejen de repetirse. Los moños naranjas que condenan la violencia de género los días 25 de cada mes no cambian la triste realidad, como la venta de niñas y matrimonios forzados bajo el pretexto de que los casos son “mínimos” que se dan en comunidades regidas por usos y costumbres.

La pandemia por Covid-19 recrudeció las agresiones contra las mujeres por parte de sus parejas. La violencia física, sexual y psicológica hizo que muchas vivieran el infierno dentro de sus casas durante los meses de confinamiento. De acuerdo con información del Sistema Nacional de

Seguridad Pública, Puebla es el quinto estado con más de 11 mil casos de auxilio.

En el tercer año de mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador, se mantiene la trágica cifra de 10 mujeres asesinadas al día. El 2020 cerró con 948 feminicidios y el 2021 pinta un crecimiento del 8 por ciento en comparación con el año pasado. Incluso, con la tipificación del delito a partir del 2019, la cifra de asesinatos de mujeres ha sido la más alta en lo que va de la presente administración.

Los feminicidios reflejan una parte podrida de los gobiernos y la sociedad donde la vida no vale nada y mucho menos cuando los responsables logran evitar el castigo ya sea por dinero, tráfico de influencias y/o deficiencias en el sistema de procuración e impartición de justicia. Deseando que las cosas cambien, ojalá el 2022 no venga acompañado de más violencia.

Por Patricia Estrada