La Esperanza de México

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Por Enrique Huerta

La sabiduría del pensador florentino más influyente del renacimiento, inspirada por aquello que los médicos de su tiempo aseguraban sobre la tisis: “fácil de curar y difícil de reconocer”; quinientos años después ha pasado desapercibida por los gobiernos que les ha tocado enfrentar -¿no sé si enfrentar sea el verbo adecuado?- la crisis sanitaria desatada por el Covid-19.

Bastaría con revisar los contagios acumulados de las economías más avanzadas del mundo para irnos de espaldas y hacernos una pregunta que hoy más que nunca merece ser contestada: ¿para qué sirve el Estado? O dicho de manera más precisa, ¿qué queda hoy de la protección que ofrecía el Estado ante la amenaza de “una muerte violenta”, como el gustaba plantearlo a Thomas Hobbes? Más de 22 millones de contagios acumulados en Estados Unidos; casi 10 millones y medio de positivos oficialmente reconocidos en la India; otros 3 millones –acompañados de una nueva cepa de corte inglés- en Reino Unido; ni siquiera Alemania se salvó del crecimiento exponencial de sus estadísticas con 2 millones de infecciones.

Y, sin embargo, si queremos abordar una verdadera catástrofe en el fondo de la tormenta no podríamos pasar por alto al campeón mundial en tasas de mortalidad: 8.71 por ciento, de un total de millón y medio de mexicanos contagiados de Covid-19, que se fueron a la tumba por un factor decisivo frente a las muchas deficiencias estructurales y colectivas; por la absoluta irresponsabilidad de un régimen que, en vez de canalizar recursos de Dos Bocas o el Tren Maya para ampliar la red hospitalaria, brindar créditos fiscales a las empresas y seguros de desempleo a los trabajadores, además de apoyos directos al comercio informal; sustituyó las medidas de excepción, la única manera de enfrentar una emergencia, con exhortos y llamados a la buena conciencia de la comunidad.

Insisto, ¿qué queda hoy del Estado? Ante su ausencia, la esperanza de México -¿en verdad creyeron que una fracción que emergió de la miserable partidocracia nacional podía tener vocación de rescate y transformación?- recorre los caminos de la nación: 439 mil 725 dosis de la vacuna de Pfizer llegarán a los brazos del personal médico y adultos mayores de 80 años que viven en Morelos, Querétaro, Puebla, Tlaxcala, y Valle de México intentando cambiar radicalmente la ridícula cifra de 80 mil mexicanos inoculados en 20 días.

La lección es absoluta: la ciencia al rescate de la vida, a pesar de la política.