La pedagogía de la pandemia

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En mi columna de ContraRéplica Puebla, publicada el pasado 24 de junio de 2020, planteaba un a serie de preguntas que a casi dos años de distancia siguen sin respuesta:

“¿Quién es el responsable del desastre mexicano? ¿El sistema educativo nacional que ha sido incapaz de inculcar el más elemental civismo y sentido de comunidad en la población de las últimas generaciones?

¿Los gobiernos neoliberales que han desmantelado el sistema de salud, precarizando los hospitales y subempleando a médicos generales en los consultorios improvisados de las farmacias particulares? O como dice el Dr. López-Gatell, ¿las causas de las defunciones son “las comorbilidades asociadas al Covid-19”?

Es decir, la propensión de los mexicanos a enfermedades como la diabetes, obesidad o tabaquismo que resultan letales ante la presencia del coronavirus en el sistema inmunológico de los pacientes”.

El desastre mexicano hoy alcanza, según la Secretaría de Salud, más de 6 millones 28 mil 781 contagios de Covid-19; el cuento sanitario de las comorbilidades del ocurrente Dr. Gatell no se sostiene en cifras oficiales: sólo el 12.64 por ciento de ese total infeccioso fueron pacientes que presentaron hipertensión y únicamente 9.49 por ciento diabetes.

Y sin embargo el exceso de mortalidad a causa de un sistema de salud destrozado y saboteado por tratamientos negligentes -ivermectina entregada a más de 50 mil pacientes en Ciudad de México, por ejemplo- corroboran el dato de 762 mil mexicanas y mexicanos, tres cuartos de millón, muertos a causa de una pandemia que continúa trastornando el curso del mundo.

Y al parecer lo seguirá haciendo por lo que resta del 2022. Ya existen nuevos brotes a causa de subvariantes de ómicron: en los últimos 28 días Alemania ha registrado más de 2 millones 295 mil contagios; Estados Unidos, durante ese mismo lapso, se mantiene cerca con más 1 millón 833 mil casos positivos; mientras que Corea del Sur ya cuenta con 1 millón 441 pruebas positivas.

¿Qué podemos hacer en México ante la posibilidad de que se desate una 5ta ola de contagios, en aproximadamente 35 días, considerando que el 32 por ciento de la población en edad de vacunación aún no tiene inmunidad artificial contra el Covid-19? Esperar con el cubrebocas puesto.

Quizá por eso mismo sea encomiable que en los estados donde se ha levantado la obligatoriedad del cubrebocas para el ingreso a los espacios públicos y comerciales: Baja California, Baja California Sur, Campeche, Chihuahua, Guerrero, Morelos, Nayarit, Puebla, Tabasco, Veracruz, Quintana Roo y Tamaulipas; la gran mayoría de la ciudadanía siga protegiéndose, sobre todo en sitios de alta concentración, a pesar de que ya nadie los condiciona o restringe.

Si bien hace dos años la crisis sanitaria exhibió el fracaso del sistema educativo; hoy tengo que decir que empezamos a verificar los resultados de la pedagogía de la pandemia. Quién lo diría: “la letra con sangre -o con muerte- entra”.

Por Enrique Huerta