La Santa Inquisición Escolar

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Foto: Especial

“Tu hijo llegó de la nada y le pegó a una niña”, fue el verdecito que emitió la directora de prestigiada escuela en San Pedro Cholula a Alma, cuyo niño de 12 años ha sido víctima de discriminación desde hace tres meses.

Me comparte que su familia ha sido injustamente tratada por la directora, quien renunció a la falta de empatía, orientación y educación cuando se registró el incidente escolar, que hoy tiene al menor apartado de sus demás compañeros y sin el derecho a culminar su ciclo escolar debidamente.

¿Qué fue lo que pasó? De acuerdo con el testimonio de la madre, al final de un receso escolar se encontraban tres alumnas de sexto de primaria en el patio del colegio. Su hijo y dos compañeros más se acercaron a ellas para convivir. Una de las niñas platicaba de su hermana con palabras altisonantes y cuando el menor les pidió no expresarse a sí, le respondieron: “¡A ti que te importa, vete a la verga!”

Fue entonces cuando el hijo de Alma en afán de defenderse le respondió con un manotazo. El alboroto en la escuela fue inmediato: “¡Le pegaron a una niña! …” El chico fue señalado y castigado por las autoridades del colegio, sin dar pie al derecho de audiencia causándole gran sentimiento de frustración.

Las niñas involucradas continuaron sus actividades de manera habitual sin consecuencias por sus actos. El hijo de Alma fue reportado ante la dirección y la SEP (a decir de la directora) como el único culpable, bajo el argumento de cero tolerancia a la violencia escolar, pero con un testimonio distinto a lo realmente ocurrido.

El menor fue confinado a finalizar el ciclo escolar en línea y rechazada su admisión para el siguiente año, a pesar de haber realizado el pago de inscripción. Debido a que la directora se mostró como la Santa Inquisición, Alma reclama justicia.

El colegio no reaccionó conforme a ninguno de los reglamentos a que haya lugar de manera particular ni atendió lineamientos de la SEP estatal y federal. ¿Acaso los derechos son unos para las niñas y para los niños otros?, cuestiona la mamá.

Alma y su esposo recriminan el escueto criterio de la escuela para atender el caso basando su determinación en los estereotipos tradicionales de que el hombre siempre es el villano en cualquier historia escrita en los ámbitos personal, escolar, laboral.

Ella conoce bien a su niño y con apoyo psicológico externo (el cual le fue negado por la escuela desde el principio) confirma que un incidente escolar no lo convierte en potencial feminicida, como dejó entrever la directora el día que la citó para notificarle la suspensión: “están muy gruesos los feminicidios y no vaya a ser la de malas”.

Este caso, registrado desde el 27 de abril de 2022, amerita la intervención urgente de la SEP, toda vez que la directora desconoció el amparo promovido por la defensa legal de Alma para restituir los derechos educativos a su hijo.

“… nosotros estamos seguros de que nuestro hijo si tiene este objetivo: Que cada noche, cuando mi madre me bese, pueda decirle: Hoy besas a un hijo mejor y más digno del que besaste ayer”, así culmina la historia de esta familia injustamente humillada por una escuela que en sus redes sociales se promueve como una comunidad inclusiva, laica y mixta.

Por Patricia Estrada