Los hubiera no existen

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De acuerdo con datos oficiales: México acumula 5 millones 735 mil 115 contagios y 324 mil 173 decesos asociados a Covid-19. Tan sólo en los últimos 28 días, la Secretaría de Salud ha reconocido la incidencia de 80 mil 804 casos positivos que detonaron 1,328 muertes asociadas al virus. A pesar de que actualmente el riesgo de contagio es sustancialmente menor que a principios del 2022, la presencia del coronavirus no ha desaparecido por completo en México y, sin embargo, el subsecretario Hugo López-Gatell aprovechó La Mañanera del pasado 26 de abril para emitir una declaración que se sumará a la larga lista de banalidades sanitarias a las que nos ha acostumbrado en más de dos años de pandemia:

“No vamos a declarar el fin de la obligatoriedad del cubrebocas porque nunca lo declaramos obligatorio, pero lo que si podemos decir es, que en este momento, ya no es imprescindible el uso del cubrebocas”.

¿En qué cabeza cabe hacer obligatorio el regreso 100 por ciento presencial a clases en todos los niveles educativos del país y, al mismo tiempo, decir que el uso de cubrebocas resulta “prescindible” con una tasa de positividad del 35 por ciento registrada en las últimas cuatro semanas? En la cabeza del “Dr. Muerte”, no me cabe la menor duda. Según la información del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna): las cifras acumuladas, con corte al 24 de abril pasado, ascienden a 957 lamentables defunciones de menores y 97 mil 388 contagios a causa del Covid-19. Para colmo de males, lo que le adelanté en mi columna de ContraRéplica Puebla del pasado 14 de abril resultó ser cierto punto por punto:

“Durante la última quincena de marzo pasado, un año después de haber iniciado lo que la 4T llamó “Campaña Nacional de Vacunación”, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) –también a cargo de Gatell- autorizó el uso de emergencia de la vacunación contra Covid-19 para mayores de 5 años –con o sin comorbilidades–. Casi un mes después, López Obrador reacciona y adelanta a la opinión pública que México, un país del G-20, está reclamando un pago a COVAX –al Fondo de Acceso Global para Vacunas Covid-19-, una alianza internacional hecha para garantizar el acceso equitativo al biótico a los países más pobres del mundo, para poder vacunar a su población infantil. Traducción: no han firmado contratos con Pfizer pero ya autorizaron el uso de emergencia”.

Es la hora que Palacio Nacional no ha firmado contratos con Pfizer, el único biótico reconocido por la OMS para inocular a los menores. No obstante, desde este 28 de abril los padres de familia ya están registrando a sus hijos mayores de 12 años para que puedan acceder a las bondades de la inmunidad artificial. ¿Cuántas vidas, de los 957 menores fallecidos, se hubieran salvado si tan sólo la estrategia los hubiera vacunado a tiempo? Tristemente “los hubiera” no existen.

Por Enrique Huerta