El Papa Francisco ofició una misa en la basílica de San Pedro del Vaticano con motivo del Jueves Santo y previo a su esperada visita a un penal italiano para un ritual de lavado de pies a una docena de reos en un gesto de humildad.
A la misa asistieron unos mil 800 sacerdotes y el Papa Francisco aconsejó a los curas que no se centren en preocupaciones mundanas como el poder, la planificación o la burocracia y los animó a “servir, con la conciencia tranquila, al pueblo santo y fiel de Dios“.
Sin embargo, el sumo pontífice no hizo referencia a las décadas de escándalos de sacerdotes que abusaron sexualmente de menores.
Más tarde, el papa Francisco visitará una prisión en Civitavecchia, una ciudad portuaria a unos 80 kilómetros (50 millas) al noroeste de Roma, para la ceremonia de lavado de pies que recuerda el gesto de humildad que, según la biblia, tuvo Jesús con sus apóstoles.
La Semana Santa, que atrae a cientos de miles de fieles al Vaticano, comenzó el 10 de abril con la misa de Domingo de Ramos en la plaza de San Pedro.
Por Redacción
Editor: Iván Betancourt
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