Pasado, presente y futuro de una porquería tercermundista

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PASADO

¿Alguien aún se acuerda de Texcoco? ¿Qué habrá sido de aquellos ambientalistas, comprometidos con la causa de la 4T, que defendieron los patos imaginarios de un lago llanero mientras han “callado como momias” ante la depredación de la selva por la construcción de un tren que no tiene nada de maya y mucho de vergüenza? ¿Cuántos medicamentos se hubieran conseguido para atacar el desabasto en las farmacias del sector público con el monto pagado por incumplimiento de contratos que ascendieron a 175 mil millones de pesos?

Y finalmente, ¿qué habría sido del desarrollo nacional si el Gobierno de la República estuviese inaugurando el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) capaz de coordinar 68 millones de pasajeros a través 540 mil 500 operaciones anuales; en vez de la porquería tercermundista que está a punto de ponerse en marcha con sólo 14 posiciones de contacto?

PRESENTE

En el marco de la revisión de la cuenta pública 2020, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) realizó al menos nueve intervenciones que involucraron 17 mil millones de pesos, concentrados en 215 contratos de adquisiciones, arrendamientos y servicios que equivalen a cerca del 92 por ciento del total de la cuenta pública comprometida en el complejo de obras del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).

Entre las anomalías documentadas por la ASF destacan adjudicaciones directas con sobrecostos en la construcción de la torre de control, “además de pagos sin comprobación documental y contratos que incumplen requisitos solicitados”; inconsistencias que en su conjunto abren peligrosas sospechas sobre el desempeño de las fuerzas armadas como agencia para la construcción uniformada al servicio del emprendimiento y el bienestar nacional.

FUTURO

¿Cuántos años tardará el AIFA para albergar 34 posiciones directas en sus instalaciones? Entre 10 y 15 años, según la mayoría de los especialistas. En consecuencia, y durante todo ese tiempo, las terminales 1 y 2 del Benito Juárez seguirán saturadas, a pesar de sus 56 posiciones de contacto, debido a que ninguna aerolínea internacional -al menos no en el mediano plazo- despegará de Santa Lucía.

Y sin embargo, el montaje presidencial del próximo lunes 21 de marzo se hará sin conectividad terrestre eficiente pues, sólo con un poco de suerte y un despliegue técnico inusitado, toda la infraestructura en puentes, caminos y trenes estará lista al 100 por ciento hasta finales de este año.

P.D.

Pero no se preocupe. En su próxima visita voluntaria o involuntaria: recuerde que la torre de control del Benito Juárez podrá redirigir su aterrizaje al Felipe Ángeles sin importar las molestias que esto ocurra; no se olvide de disfrutar del “maravilloso” Museo del Mamut del Bienestar; muestra contundente de que “México –como asegura el ungido que encarna a la Nación, la patria y al pueblo todas las mañanas- se fundó hace miles de millones de años”.

Por Enrique Huerta