Por Patricia Estrada
La violencia contra las mujeres no está en la agenda del Presidente de México, proclamado por su escudera, Irma Eréndira Sandoval como el “presidente más feminista en la historia contemporánea”, el mismo que desconocía el significado de un pacto patriarcal y saca la cara por un presunto violador, que por desgracia, sí será gobernador.
¿Por qué Andrés Manuel López Obrador desprecia a las mujeres víctimas de abusos, desapariciones y asesinatos? ¿Por qué se empeña en ignorar a las madres de familia que suplican la búsqueda de sus hijas desaparecidas? ¿Por qué no promueve acciones que cuiden a las niñas y a las mujeres de la violencia institucional cuando el agresor es un influyente personaje de la vida pública?
¿Por qué nos desprecia Presidente? ¿La muralla de hierro es para proteger al Palacio Nacional del vandalismo o para no mirar a las mujeres que recuerdan la deuda del Estado Mexicano con el respeto a sus derechos y dignidad? No cabe duda que le dieron una bofetada con guante blanco al escribir sobre esas vallas de 2 metros de altura, los nombres de las víctimas de feminicidio. A ver si así, el mundo observa lo que su gobierno se niega a aceptar.
Por supuesto que nadie quiere bombas molotov ni policías heridos, ni mucho menos manifestantes agredidas, sin embargo el 8 de marzo adquiere mayor significado porque el odio, la saña y la muerte alcanzan cada vez a las mujeres mexicanas. Somos estadísticas, números rojos. Revise los datos –Presidente- aunque Usted tenga otros y como siempre diferentes a la realidad que gobierna.
¿Por qué nos desprecia Presidente? ¿Por qué de acuerdo con Parametría obtuvo mayor porcentaje de votantes varones que de mujeres (65% contra 49%) en la elección que ganó legítimamente en 2018 y le resulta difícil superar? Quienes votamos por usted no pensamos en un gobierno misógino sino en un hombre decidido a combatir esas lacras sociales que sembraron gobiernos corruptos y traidores con las mujeres, usándolas de bandera política.
Hoy, Día internacional de las Mujeres rompa el pacto Presidente ¡Ya chole! de defender a los indefendibles y de burlarse expresando “todo su respeto para el movimiento feminista” cuando en realidad poco o nada le importa el valor que las mujeres inyectamos a la familia, a la sociedad y a la economía de este país. Ojalá entienda que no queremos abrazos, ni balazos, solo una vida justa y libre de violencia.
