En un mes, el número de menores de edad que crecen dentro de cárceles de Puebla junto con sus madres que están recluidas por diversos delitos, bajó de 15 a 4, según la Subsecretaría de Centros Penitenciarios estatal.
El organismo dependiente de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) reportó ante la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT) que en julio pasado había 11 menores en el penal de San Miguel en la capital poblana, entre ellos bebés de apenas 30 días y niños de hasta 3 años y dos meses de edad.
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Sin embargo, en el registro con corte al 31 de agosto, ya no se contabilizó ningún menor en el Cereso de San Miguel, por lo que habrían sido separados de sus progenitoras.
En tanto, todavía se reportan 4 menores de entre 2 y 15 meses de edad que están viviendo junto con sus madres en centros penitenciarios del interior del estado.
De los 4 infantes, la mayor es una niña de un año y tres meses, que se encuentra junto con su madre de 42 años en el penal de Huauchinango.
Una mujer de 22 años habría dado a luz recientemente, pues su bebé es un varón de dos meses, ambos están en el Cereso de Cholula.
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En Tepeaca, una interna de 28 años es acompañada por su hijo de 10 meses; y en Ciudad Serdán una mujer de 37 años cuida de su bebé de 11 meses de edad.
Según el artículo 32 del Reglamento de los Centros de Reinserción Social (Cereso) de Puebla, los niños que residan con su madre interna no podrán permanecer dentro del penal después de cumplir los 3 años, además pueden ser separados de ellas si las autoridades determinan que corre un riesgo, aunque no haya cumplido la edad límite.
