Por Roberto Castillo
Lo que por la mañana era orden y alegría, los rayos del sol, la aglomeración, el tráfico vehicular y la tardanza de las dosis, marcó el primer día de vacunación en la ciudad de Puebla.
Aunque una gran parte de la gente formada llegó a tiempo, de acuerdo al turno establecido en su formato impreso, conforme transcurrió la mañana y la tarde, las filas fueron creciendo y sin sana distancia, con el sol cayendo a plomo.
Con hora y media de atraso se empezaron a aplicar las vacunas de Sinovac a los adultos mayores, en los tres módulos disponibles dentro de la BUAP.
A lo largo del bulevar Carlos Camacho la gente buscaba puntos de hidratación y baños portátiles, sin embargo en ningún lado había disponibles.
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Don Maximino reprochó la falta de vallas para proteger a la gente formada de los autos y transporte público.
La señora Ibarra mostró su molestia porque viviendo a unos metros de la gasolinera de 24 sur le tocó del lado de bulevar Valsequillo. La mujer reclamó confusión en la zona.
Doña Francisca y su esposo señalaron que no se respetó la sana distancia. El matrimonio residente en Amalucan pidieron mejor operativo vial.
Don Rodolfo, paciente con hipertensión desde hace 12 años, llegó 60 minutos antes de su turno pero esperó dos horas adicionales para pasar al módulo de vacunación.
El hombre se mostró paciente y animado porque ve una esperanza en la vacuna que aminore el estrés y miedo de contraer Covid-19.
También Oro Noticias pudo observar a paramédicos que auxiliaron a una abuelita que sufrió insolación durante su estancia en la fila.
