Por Patricia Estrada
¿El lugar que ocupa un país en el medallero olímpico lo es todo? Por supuesto.
En un mundo de alta competencia el liderazgo se refleja en la política, las armas, la economía, la educación, la cultura, y el deporte, salvo excepciones como Rusia, que ha hecho del dopaje su fórmula ganadora (imperdible el documental Ícaro).
Imposible pensar que China selecciona desde pequeños a sus grandes competidores sin el objetivo de ganar medallas o que Estados Unidos participe en juegos olímpicos solo para hacer su máximo esfuerzo. En muchos países, los atletas han adoptado una filosofía de resiliencia y sus gobiernos mentalidad de triunfo.
En México ni a eso aspiró la 4T. Lugar 84 con 4 medallas de bronce en Tokio 2020. El presidente creyó que la épica Ana Gabriela Guevara sería la mejor opción para guiar al deporte mexicano por nuevos rumbos ¡Vaya error y decepción! El desastre nacional fue por el desorden, grillas, abuso de poder y la corrupción que se han arraigado en la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade).
No se equivoquen, no quieran linchar a los atletas de la peor actuación de México en 21 años. Los responsables de esta caída libre son Ana Gabriela y las cabezas de los federativos por dejar a los jóvenes “botear” y “mendigar” apoyos para amarrar su participación olímpica.
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El colmo sería que este lunes desde Palacio Nacional justifiquen la continuidad de sus directivos. Aunque me pregunto -de hacerlo- qué otros datos podría tener López Obrador si México quedó apenas por arriba de Finlandia (2 bronces), Botsuana, Burkina Faso, Costa de Marfil, Ghana, Granada, Kuwait, Moldavia y Siria (1 bronce), respectivamente.
Pero antes de que Ana Gabriela recoja su fragmentada reputación como servidora pública está obligada a rendir cuentas financieras sobre 150 mil pesos que habría cobrado ilegalmente en 2019 a cambio de un contrato de 16.5 millones de pesos a la empresa Cocinas Industriales Multifuncionales de Calidad S.A de C.V, así como 50 millones de pesos presuntamente desviados del Fondo para el Deporte de Alto Rendimiento.
Meses previos a Tokio 2020, Ana Gabriela estimó un mínimo de 10 medallas para romper el récord de 9 medallas de oro, plata y bronce pero ahora se enfrenta a la trágica realidad: Cuatro terceros lugares y siete cuartos lugares.
Estos juegos olímpicos marcados por la pandemia Covid-19 están para olvidarse. París 2024 representa otra oportunidad para México con líderes capaces, visionarios y honestos porque el reto más importante será recuperar la dignidad deportiva.