Por Vera Fernández
A casi un año del inicio de la pandemia por Covid-19 en Puebla, los templos religiosos han tenido que cerrar sus puertas por un total de seis meses con el fin de prevenir posibles contagios al interior de las iglesias.
Tras registrarse el primer caso de coronavirus en el estado el pasado 10 de marzo de 2020, la Arquidiócesis de Puebla decretó el primer cierre de parroquias y templos 12 días después, es decir, el 22 de marzo.
A partir de ese día, los recintos religiosos tuvieron que suspender la realización de misas presenciales, oraciones, peregrinaciones, fiestas patronales y cualquier tipo actividad que implicara aglomeraciones de personas.
Fue ahí cuando la grey católica migró al mundo digital y empezó a transmitir las ceremonias eucarísticas a través de redes sociales, abriendo la posibilidad para que los feligreses continuaran sosteniendo su fe a la distancia.
Luego de permanecer cerrados por casi cinco meses, la Arquidiócesis anunció la reapertura de templos el 10 de agosto de 2020, fecha en la que se retomaron las misas presenciales con un aforo del 25 por ciento y estrictos protocolos sanitarios.
Sin embargo, un nuevo cierre llegó para la comunidad católica el 29 de diciembre de 2020, cuando el Gobierno del Estado decretó un segundo confinamiento debido al alza de contagios por Covid-19, por lo que las iglesias volvieron a bloquear el acceso de fieles.
Cuatro semanas más tarde, los templos pasaron por una segunda reapertura el 26 de enero del presente año, pero esta vez con un aforo permitido del 20 por ciento, además de cumplir con todas las medidas de higiene y sana distancia.
Actualmente, las iglesias de Puebla permanecen abiertas al público de martes a domingo, mientras que los lunes mantienen sus puertas cerradas para acatar el “Día Solidario” propuesto por el Poder Ejecutivo.
