Por Redacción
Las figuras de cerámica del Niño Dios que cada diciembre llenan calles y calles del centro histórico de la Ciudad de México llaman la atención este año por el atuendo pandémico que algunos de los comerciantes idearon con la intención de crear conciencia.
Una careta, un cubrebocas y un frasco de gel antibacterial, todos del tamaño correspondiente al pequeño Niño Dios, llaman la atención en una muy poco transitada calle Talavera, donde tradicionalmente las aglomeraciones demostraban el fervor durante estas fechas.
El 24 de diciembre muchas familias arrullan a la figura honrando el nacimiento de Jesús y cada año lo visten de una manera, por lo que los trajes de San Judas Tadeo, el Niño de Atocha o el Sagrado Corazón, los más clásicos, son los más vendidos.
Pero el ingenio de los comerciantes se hace notar con creaciones que se refieren a temas candentes de cada año, como recientemente el Niño Dios migrante o el huachicolero.